Alergia y conducción: ¿cómo hacer frente a este peligroso tándem?
La subida de las temperaturas propia de la etapa primaveral unida a las cuantiosas lluvias típicas de los meses de marzo y abril suele traer consigo el aumento de la polinización de las especies vegetales. La presencia de polen en el aire, las gramíneas o los ácaros hace que el ambiente sea perjudicial para aquellas personas que muestran algún tipo de afección alérgica: picor en los ojos y/ o en la garganta, erupciones cutáneas, estornudos constantes, dificultades para respirar, etc. Aunque la gravedad de los síntomas varía de una persona a otra, en muchos casos es necesario poner freno a las reacciones alérgicas mediante fármacos, los denominados antihistamínicos.
Aunque en primera instancia pueda parecer que estos medicamentos son totalmente inofensivos, está demostrado que pueden alterar las funciones psicomotoras del cuerpo y causar somnolencia, incrementando los riesgos al volante. Además, el lagrimeo excesivo, los estornudos o la congestión nasal entre otros pueden distraer al conductor durante unos seguros, reduciendo atención y la capacidad de reacción de los conductores.
Por todo ello, desde S4 Soluciones Aseguradoras proponemos una serie de medidas a tener en cuenta para evitar perder el control al volante cuando se manifiesten los síntomas de esta dolencia:
1. Limpieza del vehículo: es un factor clave para evitar la acumulación de ácaros, polen, polvo u otras partículas que puedan causar reacciones en las personas alérgicas, en especial si se han transportado animales. En este sentido, es importante sustituir el filtro de habitáculo o antipolen con asiduidad para que filtre las partículas de suciedad del aire que entra en el vehículo.
2. Ventilación: evitar conducir con las ventanillas bajadas para mantener el aire interior más limpio y puro. En caso contrario, las partículas alérgicas pueden invadir el espacio y propiciar o agravar los ataques de alergia.
3. Conducir en horas preferentes: la acumulación de polen y otras partículas en el ambiente es mayor a primera y última hora del día, por lo que resultaría oportuno poder realizar los viajes, en especial si son largos, en las horas centrales de la jornada.
4. Evitar aparcar el vehículo en zonas húmedas en las que la concentración de polen, ácaros, gramíneas, etc. puede ser mayor y manifestarse más inestable al estar flotando en el aire.
5. Utilizar gafas de sol: evitan el contacto directo con el sol y/ o con las partículas que causan alergia. De esta manera, se pueden reducir efectos típicos de esta dolencia como el lagrimeo constante, los estornudos en cadena o la secreción nasal.
6. En caso de tomar antihistamínicos, que sea siempre bajo prescripción médica, sabiendo el facultativo de antemano que se va a proceder a la conducción. De este modo, puede recetar aquél más adecuado impidiendo que se ponga en peligro la seguridad vial como consecuencia de sus efectos secundarios.
7. Aunque es una medida a tomar en cualquier caso, es necesario apuntar que no se debe combinar el consumo de los medicamentos prescritos con alcohol u otras sustancias que puedan resultar nocivas para la salud.