Previsiones sobre la morosidad para 2022

La crisis derivada de la pandemia por COVID-19, el ataque a Ucrania, la subida imparable de los precios de las materias primas… El actual panorama socio-económico es inestable para el tejido empresarial. Por ello hoy, el departamento de seguros de crédito de S4 Correduría de Seguros analiza las previsiones sobre la morosidad para 2022.

Los estímulos y ayudas económicas impulsadas por las políticas monetarias centrales implican, junto con la escalada de precios de las materias primas y logística, un crecimiento de la inflación que amenaza con atenuar el esperado crecimiento económico.

Esta situación, acompañada de un mayor endeudamiento y un ajuste de márgenes propiciado por el mayor coste de aprovisionamiento (que no se puede transferir íntegro al cliente), dibuja un escenario futuro cuando menos incierto.

Por todo ello, las previsiones sobre la morosidad para 2022 tampoco son positivas.

Según el último Barómetro de Empresas, elaborado por Deloitte para el diario El País desde 1999, el 62% de los encuestados considera que la economía ha mejorado en el segundo semestre de 2021. Un 51% de las empresas que han participado en el estudio cree que la morosidad aumentará durante el primer semestre de 2022, muy por encima del 4% que espera una disminución.

Los datos de insolvencias y concursos (pese a la moratoria) han empezado a crecer, si bien en términos relativos alto (dado que su punto de partida es muy bajo) de manera absoluta (número de presentaciones) aún en términos poco preocupantes.

Esta situación se ha visto afectada tanto por la moratoria para la obligatoriedad de su presentación como por los estímulos económicos que han permitido el sostenimiento de muchas empresas y autónomos.

Por todo ello, las previsiones de un aumento de morosidad se mantienen altas entre el tejido empresarial. Un 51% de las empresas que han participado en el estudio cree que aumentará durante el primer semestre de 2022, muy por encima del 4% que espera una disminución.

Parece incluso más evidente ese incremento durante el segundo semestre, una vez se empiecen a materializar las obligaciones de devolución de préstamos con garantía ICO.

Fuente: Edición 59 del Barómetro de Empresas elaborado por Deloitte, en el que participa Crédito y Caución como panelista.

¿Qué consecuencias tiene la morosidad en las empresas españolas?

Recientemente, la compañía Intrum ha publicado el Informe Europeo de Pagos. La principal conclusión es que el 42% de las empresas españolas afirma que los impagos le impiden contratar nuevos empleados, aunque dicha cifra ha caído 10 puntos con respecto a 2020, cuando llegaba al 52%.

El abono tardío de facturas y las largas condiciones de pago siguen siendo aspectos problemáticos para el correcto desarrollo de los negocios, con una afectación del 81% y 83%, respectivamente.

Estas cifras van en línea con las principales estadísticas del último Observatorio de Morosidad de Cepyme, publicado a principio de febrero. Así, el 70,5% de las facturas emitidas se abonan con retraso y el periodo medio de pago ha crecido hasta los 82,5 días, por encima de los 60 establecidos por ley. Estos datos evidencian que la reapertura de la actividad no se ha traducido en un impulso del pago de la deuda atrasada.

Este contexto deja patente la necesidad de poner mayor hincapié en medidas para protegerse contra la morosidad, como puede ser el pago por adelantado, las valoraciones de crédito, el seguro crediticio, la petición de garantías bancarias, el ‘factoring’ o contar con el asesoramiento de una empresa especializada en prevención y gestión de impagados.

Todo ello, hace que hoy sea más importante que nunca contar con un aliado como Insure S4 Credit en la gestión financiera y de riesgos.