¿Es tu hogar un lugar seguro para los más pequeños?

La seguridad de los más pequeños de la casa empieza en el hogar. Sin embargo, las estadísticas nos indican que éste es el lugar en que se producen más de la mitad de los accidentes en los que se ven implicados los más pequeños. Su mayor vulnerabilidad, inconsciencia ante los riesgos y su curiosidad innata requiere de una extrema vigilancia por parte de los adultos, quienes deben evitar que permanezcan solos en cualquiera de los habitáculos de la vivienda.

¿Cuáles son los percances más habituales? Desde el Ministerio de Sanidad, Servicios Sociales e Igualdad indican que los incidentes más comunes están relacionados con las caídas y los golpes, las quemaduras, los ahogamientos, los envenenamientos y las asfixias. Por esta razón, desde S4 elaboramos un decálogo con pautas preventivas y educativas para evitar, en la mayor medida posible, los accidentes domésticos:

  1. Los juguetes: deben cumplir la normativa europea estipulada para cada uno de ellos, evitando que los pequeños se diviertan con aparatos que no sean adecuados para su edad. No deben tener piezas pequeñas, cortantes o con extremos puntiagudos ni estar fabricados con componentes que puedan resultar tóxicos.
  2. Los enchufes: es habitual, dada su curiosidad innata, que los niños toquen todo aquello que les llama la atención y los enchufes suelen resultar atractivos para ellos. Es necesario, por tanto, cubrirlos con protectores específicos para la red eléctrica.
  3. Mantener fuera de su alcance los productos tóxicos o peligrosos, como pueden ser aquellos destinados a la limpieza o al aseo personal, las bebidas alcohólicas o los medicamentos.
  4. Nunca dejarlos solos en la bañera, piscina, pozos o en sus inmediaciones para evitar ahogamientos. En el caso de estos últimos, es recomendable que estén vallados para evitar caídas accidentales.
  5. Evitar las quemaduras impidiendo que se acerquen a la cocina cuando se estén preparado alimentos, previniendo así que se acerquen a los fogones o que accedan a electrodomésticos o utensilios peligrosos que puedan quedarle a mano. Es recomendable utilizar cierres multiusos que eviten la apertura de los armarios.
  6. Protectores para las esquinas: evitan lesiones con los cantos de los muebles en caso de que se golpeen con ellos.
  7. Seguridad en las puertas: limita el acceso a otras estancias, a escaleras peligrosas o incluso a la calle en caso de que alcancen el manubrio.
  8. Cuidado con las alturas: el sofá, la cama, la cuna, el cambiador… pueden suponer un riesgo para los más pequeños ya que, si no se supervisan sus movimientos, podrían sufrir alguna caída.
  9. Explicar a los cuidadores las medidas de seguridad que hay que tomar en cada caso particular
  10. En caso de visitar hogares no acondicionados para las necesidades de los más pequeños, es necesario vigilar con especial atención sus movimientos para evitar que se vean implicados en algún accidente.