Claves para aumentar la seguridad al volante cuando se desata una tormenta

Las tormentas repentinas se han convertido en un fenómeno meteorológico con una gran presencia en las últimas semanas y muchos conductores se han visto sorprendidos por sus efectos en plena calzada. Aunque resulta impredecible saber cuál será la distribución de las precipitaciones, la intensidad del granizo y de los relámpagos o la fuerza del viento, es aconsejable tener en cuenta una serie de factores y poner en marcha un protocolo de actuación para reducir a la mínima expresión el riesgo de accidentes al volante.

¿Cómo actuar si nos sorprende una tormenta?

Cuando se desata una tormenta, las condiciones de la calzada pueden cambiar radicalmente en cuestión de minutos. Con el objetivo de garantizar la seguridad tanto del conductor como de los ocupantes de los vehículos, desde S4 Correduría de Seguros y Gerencia de Riesgos recomendamos tener en cuenta los siguientes consejos:

  • Realizar una parada en un lugar seguro y retomar el camino una vez remita el temporal. En caso de que no se pueda detener el vehículo en ese momento, se debe reducir la velocidad y evitar maniobras bruscas.
  • Hacerse ver. Es importante encender las luces del coche tanto para mejorar la visibilidad propia como para facilitar ser visto por los demás conductores.
  • Conducir de manera más moderada para evitar los efectos del aquaplaning y, en caso de sufrirlo, es aconsejable no acelerar el vehículo y mantener inmóvil el volante.
  • Ampliar la distancia de seguridad con los demás vehículos ya que, en caso de tener que frenar de manera brusca, se evitarán colisiones por aproximación.
  • En caso de que las rachas de viento sean fuertes, es aconsejable mantener firme el volante para evitar que un cambio de intensidad de éstas pueda provocar desviaciones laterales.
  • Mantener en buen estado los neumáticos. Son el enlace del vehículo con la carretera y su dibujo y presión deben ser adecuados para canalizar el agua acumulada.
  • Revisar las escobillas limpiaparabrisas y su estado. Su mal estado o desgaste pueden no realizar un barrido adecuado del agua, limitando el desalojo del agua y dificultando la ya limitada visibilidad.
  • El sistema de frenado debe mantenerse a punto.

En cualquier caso, para conducir con tormenta y ante condiciones meteorológicas extremas es necesario poner en práctica el sentido común y no comprometer la seguridad propia ni de los demás vehículos que puedan circular en ese momento por la calzada. En cualquier caso, recordamos que es obligatorio suscribir y mantener en vigor el seguro de automóvil y que éste responderá, en caso de incidente, ante los daños personales y/ o materiales derivados.

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