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La facturación de las empresas españolas mejora pero por debajo de lo previsto

El Banco de España ha publicado las conclusiones de la encuesta sobre la actividad empresarial (EBAE), realizada entre empresas españolas sobre la evolución de su actividad en este periodo. Hoy, desde el departamento de gestión de riesgos financieros de S4 Correduría de Seguros, analizamos estas previsiones, concretamente las relativas a la facturación de las empresas españolas.

La mayor parte de los encuestados coinciden es que la facturación de las empresas españolas evoluciona positivamente tras el descenso de los tres primeros meses del año. Sin embargo, esta recuperación se queda por debajo de las expectativas previstas. Y es que el porcentaje de encuestados cuyas ventas han crecido en este período es del 29,7%, por encima del 27,1% del trimestre anterior.

La reactivación está concentrada en ramas de servicios, como la hostelería y el transporte. Todas ellas han salido beneficiadas con el final de las restricciones asociadas a la pandemia. Parece que la época estival y las vacaciones va a ayudar a ello. Por el contrario, la facturación de las empresas españolas se estaría reduciendo en los sectores de la agricultura, la construcción y las actividades administrativas.

El volumen de empleo en las empresas encuestadas está aumentando en el segundo trimestre del año. Sin embargo, como en el caso de la facturación, algo menos de lo esperado hace tres meses.

Subida de precios y costes

En cuanto a los precios y costes, las sociedades encuestadas siguen observando encarecimientos adicionales de sus consumos intermedios, aunque algo inferiores a los del trimestre anterior. En consecuencia, el 54% de las empresas consultadas ha indicado que, en el horizonte de un año, esperan subir sus precios de venta.

Finalmente, un gran número de empresas indican que el aumento del coste de sus productos intermedios. Estas subidas se dan fundamentalmente en la energía, principal canal por el que su actividad se está viendo afectada por la invasión rusa de Ucrania.

Ante este escenario, llevar a cabo la gestión de riesgos financieros con expertos es la mejor medida para evitar situaciones de impagos y poder recurrir a alternativas de financiación. Desde Insure S4 Credit ayudamos a las empresas a seguir creciendo incluso en épocas de incertidumbre económica como la actual.

Fuente: Banco de España.

Las insolvencias aumentan en el sector de la construcción

El incremento de precios de las materias primas, el transporte y la energía está deteriorando el riesgo crediticio de las empresas más pequeñas del sector de la construcción en España. De esta forma, bajan también los márgenes de beneficios e incrementan las insolvencias. Éstos son los principales riesgos en el sector de la construcción según un informe publicado por la entidad aseguradora Crédito y Caución.

En España, el sector podría registrar un aumento significativo de las quiebras a principios de 2022, en función la evolución de las medidas de estímulo, el final de las prórrogas de los préstamos bancarios y la velocidad de desembolso de los fondos de la Unión Europea. Esta incertidumbre, junto con el elevado apalancamiento de las empresas y la continua presión sobre los márgenes, provoca un incremento del riesgo de crédito, especialmente entre las empresas más pequeñas activas en el segmento de la construcción residencial.

En este escenario, un buen análisis del riesgo se hace imprescindible para orientar la actividad comercial. Con posterioridad a ello, valorar una cobertura de Crédito es la mejor manera de garantizar la solvencia de las pequeñas y medianas empresas frente a los posibles impagos. El departamento técnico de InsureS4Credit analiza y aconseja sobre las herramientas aseguradoras y financieras que mejor se ajustan a las necesidades de cada negocio para el sector de la construcción.

Aumento de la actividad en 2021 y 2022

Al mismo tiempo, el sector vive un momento de gran actividad y de aumento de demanda.

La llegada de fondos europeos ha disparado el gasto público. Nuevamente, y por segundo año consecutivo el Estado batirá su récord de inversión. LOS PGE 2022 contemplan una partida consolidada que suma 43.419 millones de euros, entre inversiones reales y transferencias de capital; un crecimiento del 10,5% con respecto a las cifras de 2021.

El Estado prevé gastar en 12 meses más que en la suma de los ejercicios 2012, 2013 y 2014, lo que consolidará el crecimiento de la actividad. Esta parte, destinada principalmente a obra pública.

En la parte privada, el sector del inmobiliario ha sido uno de los más impactados por el COVID-19, ralentizando su actividad de inversión. Se han acelerado los cambios estructurales en determinadas tipologías de activo por los nuevos patrones en los hábitos de vida, del trabajo y del ocio.

Se ha registrado un impacto directo en mercado de oficinas, centros comerciales y hostelero, por la caída de demanda en sector empresarial. Impacto coyuntural en logística, inverso (por el crecimiento de ventas online), y el residencial en crecimiento.

Se prevé un cierre de inversión en mercado inmobiliario para el 2021 cercano a los 11.000 millones (frente a los 8.700 millones del 2020).

Productividad e Innovación

McKinsey otorga a la actividad de la construcción un 13% del PIB global, una cifra muy significativa. En cuanto a la productividad, en dos décadas, sólo un 1%.

¿A qué se puede deber este mínimo crecimiento, por no decir estancamiento? Numerosos factores. Deloitte cita, entre otros, las palpables imprecisiones en los tiempos de entrega, en la previsión de costes, un trabajo manual en el que la estandarización de procesos tiene poca penetración y una falta de trabajadores cualificados, sobre todo por la temporalidad en los contratos derivado de un sector marcado por los ciclos económicos.

Seguros de crédito para afrontar los riesgos en el sector de la construcción

El mercado de deuda inmobiliaria llegaba en España a 80.000 millones en 2020, pero se estima que pueda alcanzar el doble al acabar el próximo año 2022. Las moratorias y las ayudas están retrasando el temido efecto de la morosidad, que se espera acabe llegando durante el 2022. Ultimo paquete de ayudas de 10.000 millones para un total acumulado de 50.000 millones.

Se prevé que la tasa de morosidad crezca entre un 30-40%. No habiendo llegado aún esa situación, tanto las empresas como las entidades financieras tienen margen para prepararse y afrontar convenientemente esa situación.