Seguros de protección familiar: mucho más que un seguro de decesos
Todos conocemos la utilidad de un seguro de decesos: ayudar a la familia en un momento delicado garantizando que, en caso de fallecimiento del asegurado, la compañía aseguradora se ocupará de todos los gastos y gestiones necesarios para realizar el sepelio. Se incluyen también trámites posteriores (documentos, testamentos, etc.) sin que esto suponga una carga de tiempo o económica para la familia.
Sin embargo, la sociedad lleva demandando desde hace tiempo un seguro que cubra estas necesidades pero que también sea de utilidad en vida. De esta forma, nacen los conocidos como Seguros de Protección Familiar. Además de las coberturas básicas (como prestación del servicio fúnebre, traslados, servicios de gestoría, asesoramiento legal, acompañamiento psicológico, borrado digital, etc.) detallamos a continuación algunas de las coberturas más interesantes de este tipo de pólizas:
- Cobertura dental, que incluye 25 actos gratuitos (como una limpieza anual), y precios especiales para el resto de actos.
- Asistencia en viajes con un límite de hasta 12.000 euros en gastos médicos por asegurado.
- Cremación de mascotas.
- Garantías accidentales por fallecimiento e invalidez: entre 6.000 y 12.000 euros.
- Segunda opinión médica.
Adicionalmente, se puede mejorar esta póliza con una Cobertura Multifamiliar de Viajes. Por sólo 55 euros al año por asegurado, se obtiene protección básica los 365 días del año para viajes no superiores a 90 días. ¿Qué incluye?
- Capital de hasta 50.000 euros por asegurado por gastos médicos, quirúrgicos, farmacéuticos y de hospitalización en el extranjero.
- Hasta 350 euros por gastos odontológicos en el extranjero.
- Cobertura de hasta 300 euros por pérdida de vuelos.
- Cobertura de hasta 300 euros en caso de pérdida de equipaje.
En cualquier caso, el límite/cúmulo anual será de 50.000 euros.
De esta forma, es posible obtener un seguro de decesos personalizado, a la medida y según las necesidades de cada familia, para estar siempre protegidos, tanto en vida, como ante un posible fallecimiento.